El Día de Muertos es la forma más representativa del sincretismo mexicano, definamos sincretismo como la mezcla de diferentes tradiciones culturales y religiosas.
El Día de Muertos es la forma más representativa del sincretismo mexicano, definamos sincretismo como la mezcla de diferentes tradiciones culturales y religiosas.
Su orígen nos remonta al México prehispánico, dónde la población celebraba el paso del mundo terrenal al Mictllán el lugar de los muertos donde gobernaban Mictlantecuhtli y su esposa Mictecacihuatl.
Como ofrendas a sus seres queridos, las personas ofrecían comida y bebida en el camino al Mictlán y así obtener su descanso eterno, las flores de cempasúchil simbolizaban el color y forma del sol, quien guiaba sus almas.

Con la llegada de la sociedad española este se fusionó con el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, celebrados entre los días 1 y 2 de noviembre.
Aún con el poder de fusionar civilizaciones, no todo sucede en México, hoy en día en España, particularmente en Madrid, se puede ver altares públicos para honrar esta tradición, combinando elementos de las dos culturas, en donde se incluyen dulces tradicionales españoles como huesos de santo y buñuelos de viento.
Ejemplo de la evolución de la celebración es el elemento de La Catrina, originada por el grabado de José Guadalupe Posadas, como crítica social en el incipiente México revolucionario.
Hoy en día, México recuerda a sus seres queridos con altares, velas y celebraciones como desfiles, que irónicamente surgió de la película 007 de James Bond Spectre; Sin embargo somos un país que recuerda su pasado y así nunca olvidar su orígen.